Campeooooones, campeooooones, ooeee. ooeee, ooeeeeeee… y del Mundo. Del mundo entero. Que todo el mundo lo sepa. Lo hemos conseguido, y ha quedado patente para la historia venidera que el juego limpio siempre vence. El lado oscuro no vencerá… desde Mordor pueden venir las ordas de la oscuridad, pero al final el bien está de nuestro lado, y nuestra causa es justa… y… ¡venceremos!
Y así ha sido. Ya tenemos una, y no hay quien nos pare. Como mejor selección del mundo (y ya hace tiempo de eso aunque no nos hubieran dejado demostrarlo hasta ahora –por A o por B siempre nos la habían jugado vilmente-) hemos entrado en la historia. El nombre de nuestros campeones grabados en nuestros corazones para el resto de nuestra vida. Afortunados nosotros que lo hemos visto con nuestro propios ojos.
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