Esta mañana no es que nos hayamos levantado muy pronto (yo al menos no he madrugado tanto como mi mujer que al as 7 de la mañana ya estaba en marcha). ¿Y qué íbamos a hacer? Pues nada cuando me he levantado y hemos desayunado nos hemos ido con el coche sin rumbo fijo. No sabíamos realmente qué hacer, así que como el día era bastante bueno, pues nos hemos dirigido a Campello (ya hablaremos de este pueblecillo otro día).
Allí tenemos localizada una panadería en el paseo de la playa que nos tiene totalmente enamorados. Hacen las mejores toñas de Alicante (y quién sabe si no son las mejores de toda la provincia, comunidad, país…). Pues nos hemos cargado de víveres, y nos hemos acercado a uno de los rincones que visitamos de la costa donde más íbamos mi ahora mujer y yo cuando nos conocimos.
Nos hemos zampado una toña entera (por eso no hay foto), y un par de empanadillas.
Y después de la comilona hemos tenido un espectáculo de acróbatas playeros que podíamos ver desde donde nos encontrábamos. No ha habido ningún percance, pero después nos hemos dado cuenta de que hacían pie donde estaban saltando… Quiero decir que no había ni 2 metros de agua a donde estaban saltando. Todo un verdadero reto.
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