jueves, 16 de febrero de 2012

Ere que ere...

Parece mentira, pero ahora entiendo lo de ere que ere... Siempre lo había escuchado con doble R, pero ahora sé que no es así.
En plena preparación de un ERE en la empresa en la que trabajo, y sabiendo que uno mismo es parte de los que se van a tener que ir, no se deja de pensar en cómo va a terminar esto. Tal y como anda todo una depresión es lo menos que te puede pasar.
Iré apuntando mis impresiones conforme pasen los dias y siga sin cobrar...

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